Para Facebook, la red social nacida en un dormitorio de la Universidad de Harvard que reimaginó la manera en que las personas se comunican por internet, la venta de acciones representa más dinero para operar los centros de información que almacenan el tesoro conformado por actualizaciones de estado, fotos y video compartidos por sus 900 millones de usuarios.
Representa también más dinero para contratar a los mejores ingenieros para que laboren en su sede en crecimiento en Menlo Park, California, o en la ciudad de Nueva York, donde abrió una oficina de ingeniería el año pasado.
El precio de la acción, fijado este jueves en 38 dólares, significa que los primeros inversionistas que tomaron el riesgo al proporcionar dinero a la joven red social con la adquisición de fondos de arranque hace seis, siete u ocho años, podrán cosechar ganancias colosales.
Peter Thiel, el inversionista de capital de riesgo que forma parte de la junta directiva de Facebook, invirtió medio millón de dólares en la compañía en 2004. Está vendiendo cerca de 17 millones de sus acciones en la OPI, lo que significa que obtendrá aproximadamente 640 millones de dólares.
Facebook tuvo ingresos en 2011 de 3,700 millones de dólares.
La oferta pública inicial de Facebook se perfila como una de las más grandes de la historia. La red social más famosa del mundo recaudará al menos 16,000 millones de dólares, una cuantiosa recompensa para una empresa que empezó hace ocho años sin medios para generar ganancias. La oferta valora la compañía en unos 104,000 millones, una cifra ligeramente superior a Amazon.com, y muy por encima de empresas reconocidas como Disney y Kraft.
Los 38 dólares son el precio al que los bancos de inversión que organizan la oferta venderán la acción a sus clientes. Está programado que las acciones de la red social más famosa del mundo comiencen a cotizar en la bolsa de valores Nasdaq el viernes bajo el símbolo "FB". Ese es el momento en que los compradores podrán intentar adquirirla.
Todo ello supone que durante los primeros años, es posible que los beneficios de Facebook continúen en la senda que esperan los inversionistas, dado que la agenda de Zuckerberg nada tiene que ver con la del inversionista medio de la compañía.
La consecuencia: los inversionistas se enfrentan a un mayor riesgo a corto plazo puesto que la valoración del PER de hasta 100 veces apenas deja margen para la decepción o el error y los inversionistas serán quienes terminen pagando.
Por lo tanto, lo mejor sería esperar a que la valoración del PER vuelva al nivel de 50-60 veces y cuando estemos seguros de esto, invertir. No obstante, la estrategia exigiría un horizonte de tiempo muy largo, a 5-10 años. En otras palabras, guardar la acción en el fondo del armario y esperar a que la inversión compense.
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Atte. DM
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