UNAM 360

Sólo en las instalaciones de Ciudad Universitaria (CU) de la Universidad Nacional Autónoma de México, hay más de 3,500 aulas, ¿Quién no se ha perdido alguna vez buscando alguna de sus facultades? Para evitar esos extravíos, un equipo de la escuela de ingeniería desarrolló una aplicación para iPhone que permite ubicarse en CU y obtener información sobre el campus.

¿Quiéres ir a la biblioteca central y estás en la Facultad de Ciencias? Sólo basta con tomar el teléfono y el programa te indicará, inmediatamente, la dirección a seguir, la ruta más corta y a cuántos metros estás de tu destino. O bien, si quieres asistir al próximo partido de los Pumas, "toma tu aparato, apúntalo hacia el Estadio Olímpico y sabrás contra qué equipo jugarán el domingo", cita un comunicado de la máxima Casa de Estudios.

Esta app llamada UNAM 360, está disponible en el catálogo de iTunes. Sobre el origen del proyecto, Alejandro García, quien forma parte del Laboratorio de Desarrollo de Aplicaciones Inalámbricas de la Facultad de Ingeniería (FI), menciona que la tendencia actual es poder bajar los programas del celular y que "ya nadie quiere estar atado a una computadora de escritorio. Así, no teníamos de otra, debíamos ser parte de este (avance)".

Detalla que la aplicación se desarrolló como una herramienta de realidad inmersiva; eso significa que se funde con el entorno para dar información sobre lo que hay alrededor, ubicar (virtualmente) a la persona y proporcionar datos adicionales. "Es como tener visión de rayos X, porque el aparato te muestra lugares que no se aprecian a simple vista, porque están ocultos detrás de edificios o arboledas".

Este recurso tecnológico es como contar con un guía de turistas, por que el software brinda detalles históricos sobre cada edificio y lugar del campus. "Eso es lo que intentamos hacer, ofrecer una herramienta fácil de navegar y que no sólo sugiera una ruta de traslado, sino que relate algo del pasado de cada lugar (en CU). Queremos que su uso sea divertido", expresa García.

El desarrollo del proyecto no fue sencillo, pero sí contaba con una alta dosis de tenacidad. Alejandro y otros 15 compañeros de la FI no tenían ‘la menor idea' de cómo diseñar una aplicación para iPhone.

"Eso es algo que nunca nos enseñaron en la Facultad, pese a que es una de las ramas de trabajo de mayor crecimiento en la actualidad", puntualiza el estudiante, quien tiene una frase muy particular para la situación que enfrentaron: "quien ignora algo sólo tiene dos caminos, ponerse a estudiar o darse por vencido, y a mí nunca me ha gustado la segunda opción".

Fue así que él y sus compañeros no se dieron por vencidos para desarrollar la aplicación, y para ello recurrieron a la asesoría de la compañía Apple y de la Fundación UNAM. "Llegamos con un proyecto, muchas ideas y les propusimos un trato: ustedes pongan las máquinas, nosotros el trabajo y el entusiasmo", menciona Ángel Solsona, también integrante del equipo.

Fiestas canceladas, comidas pospuestas, innumerables tazas de café y cientos de llamadas para avisar que llegarían tarde a casa, fueron algunas de las visicitudes que debieron pasar los alumnos antes de concluir esta herramienta virtual.

En total fueron cuatro meses de trabajo, lo cual "no está nada mal si consideramos que comenzamos desde cero", comenta Greta Mendoza, otra de las estudiantes involucradas en el proyecto. Para ella, la competencia será uno de los factores cruciales que deberán enfrentar cuando se lance la app al mercado. Sólo en la tienda de iTunes hay 350 mil productos similares, "y hay que hacer que los nuestros destaquen, es muy fácil perderse en ese océano de ofertas", expresa.

Para posicionar su software, una de las estrategias del equipo universitario será mantener contacto permanente con la comunidad académica a través de las redes sociales, vía Facebook, Twitter y correo electrónico. "Quien lo desee, siempre podrá sugerir qué cambios hacer o qué novedades incluir", detalla Alejandro García.

A la par, estos universitarios ya están trabajando en las versiones de la aplicación para Blackberry y para celulares que funcionen con Android. "La clave a la hora de crear apps para los móviles es, como lo dice su nombre, moverse, escuchar las sugerencias de tus usuarios". Esas son las reglas del juego y están dispuestos a destacar, detalla el universitario.

Iniciativas como la desarrollada por estos 16 estudiantes ha propiciado algunos cambios. Por ejemplo, el laboratorio en el que se diseñó la herramienta, y que por años llevó el nombre de LADAI (Laboratorio de Desarrollo de Aplicaciones Inalámbricas), ahora es conocido como UNAM Mobile.

"Este cambio va aparejado de nuestras ganas de expandirnos y explorar más con los smartphones y las tablets", puntualiza García.

Este ciclo escolar 2011-2012, la UNAM tiene una comunidad que rebasa los 316 mil alumnos, siendo el nivel licenciatura el que reúne al mayor número de estudiantes, con 180,763 jóvenes, quienes próximamente podrían estar en comunicación virtual con su Casa de Estudios por medio de 'UNAM 360'.

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Atte. DM

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